lunes, 13 de diciembre de 2010

Neuropedagogía y mandalas

Una mirada desde la neuropedagogía
Para la neurociencia al cerebro se le agiliza el aprendizaje cuando se incorpora mediante esquemas, mapas, gráficos y cualquier otra herramienta que permita la formalidad y el orden. La información mostrada de manera organizada y estructurada incorpora una actitud positiva para captar la atención del alumno esta información se maximiza cuando ésta se relaciona con aprendizajes previos, es decir, vivencias personales que los alumnos tienen y permiten entender mejor lo aprendido.
Según el neurocientista Ignacio Morgado (catedrático del instituto de neurociencia de la universidad autónoma de Barcelona). Las emociones son relevantes en el proceso de aprendizaje, porque determinan al ser humano a decidir entre varias opciones. Si las emociones son positivas el acceso de la novedad al cerebro se realiza con mayor rapidez, si el cerebro detecta estrés este puede combatir o bloquear la información. El uso de la razón se mantiene limitado al análisis de las probabilidades, pero es en la decisión final que las emociones determinan la elección según las sensaciones que producen. Esto significa que entre mejor sea el ambiente para aprender, mejor será el aprendizaje.
Entendemos como neuropedagogía a la ciencia de la educación que se apoya en el conocimiento del cerebro y de todas sus interconexiones con el fin de buscar caminos que no se centren solamente en el aspecto racional del proceso enseñanza aprendizaje, debiendo considerar un enfoque más integral y equilibrado.
Cualidades de los hemisferios cerebrales:
Hemisferio derecho: (no verbal percepción global)
·       Inductivo
·       Imaginación
·       Intuición
·       Creatividad
·       Inspiración
·       Espacio

Hemisferio Izquierdo: (verbal, lógico)
·       Deductivo
·       Coherencia
·       Verificación
·       Realidad
·       Planificación
·       Tiempo

Al pintar mandalas ambos hemisferios trabajan a un mismo nivel y en colaboración, la función de cada uno es indispensable para el rendimiento armónico del otro.
Los niños se sienten a gusto pintando mandalas, ajenos a cualquier exigencia exterior de rendimiento.
Veamos ahora el funcionamiento cerebral:
1.   Cerebro “reptiliano”  primitivo.
En lo más bajo de la escala este cerebro solo sabe responder a situaciones de supervivencia creadas por nuestros lejanos ancestros para afrontar los peligros vitales siendo sus respuestas instintivas, inmediatas e irreflexivas.
2.   Cerebro “Límbico” mamífero
En este cerebro se sitúan las  emociones y la memoria afectiva. Prisionero de todos los recuerdos que conllevan miedo y sufrimiento, juega un papel protector y cierra las puertas a toda la información presentida como peligrosa o dolorosa. En cuanto se enciende la alerta inhibe el sistema neuronal, paralizado por el estrés. Actúa como filtro de toda la información hacia el cerebro superior.

3.   Neocórtex (nueva corteza)
Es el más evolucionado de los anteriores y con la ayuda del cuerpo calloso se unen ambos hemisferios. Recibe información, clasifica, “almacena” analiza y cataloga. Resuelve problemas y toma decisiones, Es donde se genera el proceso del habla, la comunicación y la expresión. Conduce de la acción espontanea a la reflexionada.
4.   Cerebro (el mas evolucionado) Corteza prefrontal
Se encuentra detrás de la frente. Es la zona de la atención y del proyecto, concentra la energía para preparar una acción futura. Planifica y permite mirar a distancia las situaciones vividas. Es donde se genera la consideración por los demás, acepar las diferencias y desea ayudar y compartir.
Esta estrechamente ligado al cerebro límbico, es decir a la historia emotiva de la persona y su liberación se con la superación de nuestros sufrimientos psicológicos.


En respuesta a una pregunta de Jacques Hadamard (matematico francés) sobre los métodos de trabajo de los matemáticos, Albert Einstein le escribió una carta en la que decía:
«Las palabras o el lenguaje, tal como se dicen y se escriben, no parecen tener ningún papel en mi mecanismo de pensar. Las entidades físicas que parecen servir como elementos del pensamiento son ciertos signos e imágenes más o menos claras, que se pueden reproducir y combinar "voluntariamente”. Coincidiendo con su propio pensamiento matemático definiéndolo como mayormente sin palabras, acompañado a menudo de imágenes mentales  que condensan la idea global de una prueba.
Desde la infancia, hemos aprendido a ver las cosas en términos de palabras: les ponemos nombre y aprendemos datos sobre ellas. El hemisferio Izquierdo, verbal y dominante, no desea demasiada información sobre las cosas que percibe: sólo la suficiente para reconocerlas y clasificarlas. En este sentido, el hemisferio izquierdo aprende a echar un vistazo rápido y decir; «Ahí hay una silla, o un paraguas, un pájaro, un árbol, un perro, etc».
Cuando hablamos de inteligencia hablamos también de creatividad infantil; en la sala de clases habrá que tener en cuenta que ésta se manifiesta y fomenta por medio de actividades expresivas, teniendo como finalidad desarrollar los sentidos y la capacidad de percepción.
El estrés, la ansiedad,  el miedo y algunas otras emociones similares  son cada vez más frecuentes en los niños y jóvenes, los cuales cada vez con más frecuencia suelen enfrentarse a información y problemas que antes no se tenían. El uso de internet, las películas, la televisión, sumado a los padres que están fuera de casa por mucho tiempo o conviven escasamente con los hijos, conlleva a que los niños tengan que manejar con su pequeña comprensión la información y experiencias que escuchan, ven y sienten cada día.

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