lunes, 13 de diciembre de 2010

introducción al mundo de los mandalas

Introducción
En los últimos congresos sobre educación se a llegado a concluir, que la importancia de educar la creatividad y espiritualidad es un tema relevante y central. El desarrollo del pensamiento y actitud creadora de los educandos no debe continuar ausente de las aspiraciones y objetivos educacionales. La capacidad creadora debe integrarse en forma adecuada en la definición de inteligencia. Se debe con urgencia humanizar el proceso educativo, fomentando el mejoramiento de las prácticas educativas tradicionales.
El interactuar con Mandalas está orientado a encontrar el centro de nosotros mismos, poder conectarnos con nuestras cualidades y talentos, recobrar la creatividad en todas sus instancias, abriendo paso a las múltiples posibilidades, ya sea para resolver un conflicto o recobrar el equilibrio.
Aprender es un proceso innato del ser humano, siempre estamos en constante aprendizaje. Este proceso adquiere mayor relevancia en el campo educativo ya que hoy en día, el estudio de conductas y hábitos del ser humano han permitido encontrar respuestas en la neurociencia colaborando a una mejor implementación de herramientas en el campo educativo. La neurociencia ha develado los mecanismos cerebrales que hacen posible el aprender, el recordar y la manera de guardar la información.  Concluyendo que son las emociones las que conducen la memoria, si el alumno está contento, la información que recibe será asimilada por el alumno con mayor facilidad.
Según Judy Willis, (Especialista en neurología del aprendizaje) Investigadora de la relación entre educación y neurociencia, Advierte que si las emociones son placenteras, el rechazo a la información novedosa será menor y por ende el aprendizaje más efectivo.
En los tiempos de crisis en que vivimos los mandalas nos permite hacer centro en nosotros mismos y expandir nuestra conciencia desde el mundo de lo separado y sin sentido al reino de la totalidad y la interrelación. La percepción de la conciencia de unidad subyacente a todo y a todas las cosas, hace surgir nuestros más nobles pensamientos de solidaridad y cuidado hacia la humanidad y recordarnos nuestra responsabilidad en la comunidad y el planeta en el cual habitamos.
Este trabajo es muy beneficioso sobre todo para alumnos con déficit atencional. Experiencias con niños  en Brasil  (país en la cual viví los últimos 7 años) con un grupo de niños de escasos recursos,  los cuales tuve el privilegio de interactuar, voluntariamente quisieron pintar mandalas,  ya que mi trabajo era específicamente educar a través del arte. En esos momentos comencé a dibujar mándalas para ellos y a lo largo de varios meses, algunos ya dibujaban sus propios mandalas, simultáneamente con su avance comencé a ver cambios en la actitud de ellos frente a sus responsabilidades en  relación con el medio y los demás, las niñitas de 9 a 12 comenzaron a tomar conciencia de su cuerpo, de su entorno, mejorando la apreciación que tenían de ellas mismas.  En los adultos a través de sus hijos se produjo un cambio de actitud en su relación familiar. Cambiaron su lenguaje, aumentó su comprensión lectora, se despertó el interés por saber más, estaban más atentos y concentrados, cambiando todo el entorno en el cual estaban. Los niños catalogados de inquietos lograban permanecer quietos y concentrados, mejorando su capacidad de concentración lograron realizar otras tareas que necesitaban de sosiego y calma para realizarlas, lo que ayudo a mejorar su autoestima y dejar de lado el cartel que llevaban de “niños problema” El cambio que esto provoco en ellos fue un regalo, el cual me dio mucha alegría y me motivo a estudiar más sobre los mandalas y su aporte al campo educativo.
Estas experiencias están desde hace muchos años comprobadas en el campo de la la neuropedagogía hace ya 20 años que se utiliza en Europa el trabajo con mandalas en las escuelas. Los avanzados descubrimientos en este campo han comprobado que la meditación es un potente enlace cerebral, armoniza los hemisferios en interconexión con todo, desde el más primitivo al más evolucionado, la actividad cerebral que se manifiesta corresponde a la integración de estos cerebros acentuando la creatividad en la solución de los conflictos. Los mandalas  actúan desde lo más profundo, donde no existen los juicios, el ser y el hacer se hacen uno.
En los últimos congresos sobre educación en el siglo 21 realizados por la UNESCO se le ha dado gran importancia al desarrollo de la creatividad en los alumnos, sumado a la importancia que tiene hoy día el desarrollo de la inteligencia emocional  (conciencia de sí mismo) Esta conciencia o conocimiento de sí mismo es lo que nos permite usar con creatividad y los conocimientos del medio para solucionar problemas, superar desafíos propios y los que por si nos impone el medio.

Afirma Tom Peters (consultor empresarial): “Vivimos una sociedad en que la única certeza es el cambio. Los cambios establecen la volatilidad como norma”. Y este cambio vertiginoso exige que los sistemas educativos evolucionen rápida y permanentemente para que a través de la formación del ser humano, las sociedades encuentren las respuestas a los desafíos que se presentan.

Seymour Papert (Científico matemático y educador)  afirma que  “La destreza más importante que determina el patrón de vida de una persona es la habilidad de aprender nuevas destrezas, de apropiarse de nuevos conceptos, de abordar nuevas situaciones y lidiar con los inesperado”, agrega: Queremos que los estudiantes salgan de la experiencia con una visión positiva de si mismos y del mundo que quieren para vivir, ellos deben verse a sí mismos como contribuyentes a la creación de ese mundo.
En estos tiempos en los cuales nuestro hacer es cada vez más acelerado, el mandala como herramienta de transformación facilita la apertura de nuestra conciencia a la visión de la unidad y de integración en relación con el mundo.

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